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miércoles, 24 de junio de 2020

SPOILERS Crítica MdT "Días del futuro pasado" (4x08) y ANÁLISIS FINAL de la TEMPORADA


Es difícil de explicar todo lo que esta serie ha significado para mí, pero facilmente puedo resumirlo en que ha sido de las cosas que más han influido en mi vida. Tal vez sin El Ministerio del Tiempo yo sería alguien muy diferente, para bien o para mal, pero eso no lo sabremos nunca. De lo que si podemos estar seguros es de que el final de esta cuarta temporada significa el final de algo: ya sea de la serie (cosa que dudo) o de una etapa de la misma, algo que me invita a soñar con una nueva temporada, pero cambiando bastantes cosas, como se deja entrever en el último episodio, titulado, acertadamente, "Días de futuro pasado".


El capítulo abre con una revelación: un niño es hallado muerto en las proximidades de el ministerio, y Salvador Martí confiesa a una incrédula inspectora de policia (interpretada con soltura por Marta Milans) el porqué del crimen. Ahora, nos introducimos en un relato iniciado seis meses atrás, tras el rapto de Julián en 2012. Tras dos órdenes de desaparición, una en la actualidad como agente del ministerio y otra en 2012 por orden de su esposa a la que logró salvar del fatal accidente Julián regresa al 2020 para contarles a todos lo que ha ocurrido: fue llevado al año 2070 por orden de la mismísima Lola Mendieta (aquí interpretada por Fiorella Faltoyano, lo que supone un error de continuidad a mi parecer) que se halla sorprendentemente mayor para haberse tomado el fluido garcía y llegado al 2065 y esperar cinco años. En el futuro ella le explica a Julián que conoció a un hombre, Juan Salcedo, que se apoderó del anacronópete y creó una sociedad totalitarista (lo de fascista no me parece acertado) en la que se vive del pasado, robando alimentos, agua o niños de otras épocas, pero también se viaja al futuro, para adelantarse a los acontecimientos venideros tales como revueltas o guerras. Esta sociedad incluye también numerosos y agradables guiños a productos actuale (Cuéntame, Saber y Ganar, Terminator, Bertín Osborne...). En resumen, este futuro distópico supone una verdadera delicia para los espectadores, perfectamente elaborado e hilado: pero, ¿no se podía viajar más allá del año actual, no? En principio no, pero esta duda es solventada con el anacronópete: en un mundo con máquinas que te dejan en el lugar y momento exacto, las puertas son inútiles, y aunque siguen existiendo, se destinan a tareas menores. Así, tras esta revelación, el Ministerio del Tiempo actual se pone en marcha para encontrar al más lejano antepasado posible de Juan Salcedo que, si no lo recordaís, fue el amigo pelirrojo Dani Pérez Prada que apareció como el falso gestor en el episodio seis. A propósito, en el relato del futuro dan una teoría que me ha gustado bastante: ese futuro es producto de todos los pequeños cambios que han tenido que hacer en la historia para que, paradojicamente, esta no cambie. Una buena visión de nuestro tiempo...


Ahora, en una secuencia del más puro cine de ciencia ficción, los intocables de Salvador Martí (ahora se entenderá) viajan a 1890 para raptar a un antepasado de Juan Salcedo. Tras un tiroteo con las "amables monjas" que custodiaban al bebé (y tras protagonizar un buen homenaje a "Los intocables de Elliot Ness" que a su vez homenajeó al "Acorazado Potempkin") los agentes vuelven ilesos al 2020, con el bebé en sus manos, que se lo ceden a Salvador. Ahora llega una de las escenas más intensas de la serie, resuelta de forma magistral: hiela la sangre ver a un Jaime Blanch atormentado por el crimen que ha de cometer, intentando sobrellevarlo con alcohol y bajo el terrible llanto de la criatura. Con unos planos que podría haber rodado perfectamente Terry Gilliam, Salvador se pone a ello... Por suerte, el crimen es detenido por la inspectora de policía, que llega del futuro para evitar la muerte de la criatura, con la ayuda del mismo Ernesto.


Aunque el crimen es evitado aún quedan cuentas pendientes. Para enterarnos de ellas retomamos al noviembre de 2020, cuando inicia la historia. Ahora no hay bebé muerto, pero si un Salvador cansado, dimitiendo de la entidad y cediéndole el puesto merecidamente a Ernesto (en este blog somos pro-Ernesto y cuenta fan número 1 a Juan Gea). Así mismo, deja una carta, agradeciendo y recordando a todos los personajes por su entrega y sacrificio, así nos enteramos del destino de todos: Irene ha abierto un departamento para la memoria de mujeres olvidadas en el ministerio, Angustias tal vez gane la lotería (¡la pensión la da para muy poco!), Alonso y su familia se marchan a La Haya, dóne Elena ha encontrado trabajo; Carolina a aceptado el bebé antepasado de Salcedo (cambiando así la historia, claro) para cuidarlo, y finalmente, Julián ha logrado salvar a Maite, traerla al presente y ambos esperan un hijo. Por fin Julián, por fin. Pero lo más importante: Pacino. 


En uno de los momentos más emocionantes de la temporada (y de la serie) vemos a un hombre de espaldas, armando un artilugio dentro de un maletín. A continuación, aparece un coche en un campo de cultivo: un anacronópete se para ante él y baja Lola. Y el hombre del coche era, nada más y nada menos que un Pacino envejecido, en 2065, que por fin, tras 45 años puede reencontrarse con Lola. El porqué se encuentran allí o porqué Lola con el anacronópete no viaja al 2020 y rejuvenece no importa (a ver, importa pero mejor no pensar en ello), lo importante es que Pacino coloca una bomba en la máquina y ambos se marchan para vivir juntos todo lo que puedan. A lo lejos la máquina explota y un fragmento de esta se choca con la cámara, dando pie a los crédito (que por alguna razón TVE cortó antes de tiempo). Así concluye la temporada. Una temporada que cierra con un futuro feliz para todos sus protagonistas, pero cosiendo por completo las heridas de estos, lo que nos da a entender un final: ¿de la serie? No lo parece, tras los buenos datos de la temporada, ¿de una etapa? Eso probablemente. Veo una nueva temporada sin muchos personajes, como Salvador, Alonso o Lola, pero brindandonos algunos que no han tenido demasiado desarrollo en esta, como Carolina, una delicia de personaje que ha contado con las apariciones exactas para dejarnos con la miel en los labios.


En conclusión: esta temporada cuatro cierra, cierra algo que en un futuro sabremos. Ha sido una temporada bastante redonda, con un desarrollo muy intenso de los personajes, y un buen equilibrio entre ellos y la historia: nos reencontramos con viejos personajes que no tuvieron tanta relevancia en la temporada 3, como Amelia o Velázquez, pero además personajes históricos como Lorca, Franco, Picasso o Felipe II, que marcaron la serie, vuelven a aparecer. También nuevas historias, que unen pasado y presente, ya sea de carácter emocional como el sensacional episodio de Emilio Herrera o el desternillante reallity de Fernando VII. Ha gozado de ciencia ficción de la  mejor y más pura, así como de comedia y acción. Una temporada muy equilibrada en todos los sentidos, y que cierra de una manera sensible y bien intencionada. Tal vez, en mi opinión, la reste nota las paradojas y las incógnitas del último capítulo, pero joder, lo admito, lloré con la escena final. Y pocos productos audiovisuales me han hecho llorar. De hecho mis ojos se humedecen recordando la escena (tal vez porque tengo de fondo a Andy Williams cantando el tema de Love Story) y el sabor agridulce que me ha dejado lo recordaré como uno de los puntos altos de la serie. Con todo, no quisiera extenderme más, y cómo tampoco quiero acabar de forma melodramática, adjunto mi Top 8 de los episodios de la temporada, aunque vamos, todos podrían ser el número 1:

1
4x03: BLOODY MARY HOUR


2
4x05: DESHACIENDO EL TIEMPO


3
4x07: PRETÉRITO IMPERFECTO


4
4x6: EL TIEMPO VUELTA


5
4x08: DÍAS DEL FUTURO PASADO


6
4x01: PERDIDO EN EL TIEMPO


7
4x02: EL LABERINTO DEL TIEMPO


8
4x04: LA MEMORIA DEL TIEMPO 


Ha merecido la pena.

Atte: Pibón del Barroco

lunes, 22 de junio de 2020

INSOMNIO: La mejor película de Christopher Nolan


Tal vez me precipite demasiado al distinguir este thriller de 2002 como la mejor película de Christopher Nolan, dado que me faltan por visualizar la trilogía de Batman, "Memento" y por supuesto, "Tenet". Sin embargo, del resto de películas de su autoría que he visto, "Insomnia" (o "Insomnio", castellanizado) es la que más me convence, y contemplo en ella una pequeña joya muy alejada de los cánones de su director. Tal vez por eso me guste. Porque lo cierto es que a mi me sucede con Nolan lo que a muchos les sucede con Tarantino o Kubrick: no lo pillo por ningún lado. Cederé un poco diciendo que no me parece mal director, al contrario, en ese campo es un maestro indiscutible, un genio de lo visual actualmente, sin embargo, sus películas nunca me llenan. Se quedan a medio camino del entretenimiento y el aburrimiento, y no logro conectar con ellas.


Cuando veo una película de Nolan veo películas efectistas: escenas de acción impecables que se cruzan con tediosos melodramas generalmente protagonizados por un hombre solitario, muchas veces viudo ("Inception", "The prestigie", "Memento", "Interstellar", en serio Nolan, ¿que te pasa?) que arrastra problemas y confrontaciones del pasado y debe sobrevivir con esos fantasmas a una aventura insólita, apoyada siempre en un guión tan original como rebuscado, complicado y carente de gancho. Su estructura es muy repetitiva y por ende, una vez la he visto en una película no puedo tomarme en serio el resto de su filmografía. Me gustó mucho "Interstellar", pero el resto no. Y temo que de haber visto antes "Inception" no me hubiese gustado luego "Interstellar". Reconozco eso sí, que le va mucho mejor con el montaje que con el guión para dar giros en la película y sorprender al espectador, como ocurre en "The prestigie", pero claro, eso es mérito de Lee Smith. Sin embargo, entre toda su filmografía si hay una película que me gusta bastante y que curiosamente suelen tildar cómo su obra menor. Es como lo que a muchos le pasan con "Jackie Brown" de Tarantino, solo que "Insomnia" sí es buena.


Y es que "Insomnia" se aleja de los railes de su director para ofrecernos una historia abrumadora, inquietante y tortuosa, todo bajo una atmósfera terrorífica y en la que el director juega con el tiempo en primera persona, sin necesidad de maquinaria astrofísica o presupuestos estratosféricos. Una película que según entra, parece un thriller de domingo tarde en Antena 3, pero con el pasar de las escenas se eleva a una notable mezcla de Seven y Fargo.


Cómo he dicho antes, una de las cosas que más me gusta de esta película es como juega con el tiempo, pero antes, situémonos: en "Insomnia" se nos presenta un remake de una película nórdica de algunos años antes, en la que un policía (aquí enfrentado por Al Pacino) debe hallar al culpable del asesinato de una joven en una localidad dónde nunca se pone el sol. Y eso es un punto interesante, porque de esta manera el ambiente alcanza cotas de magistralidad: las consecuencias de este hecho no son meramente ambientales, es decir, la película aparte de ofrecernos un entorno terrorífico, que difiere a las películas usuales de crímenes en las que las escenas más terroríficas se suceden de noche aquí tenemos una película completamente iluminada, a la sombra del día. Este hecho es lo que provoca al protagonista un terrible insomnio que le impide aclarar su mente, su conciencia. Y es que, cómo era de esperar, en esta película Nolan también sitúa al personaje al borde con sus problemas personales que le hacen tiritar en su mundo profesional. Sin embargo, aquí resulta mucho más interesante, pues el problema aparece al inicio de la película y el protagonista ha de enfrentarse a este durante todo el metraje de la misma. Es decir: estamos acompañando al protagonista en una carrera a contrareloj, de la que sabemos como ha iniciado y también sospechamos como va a acabar pero en cualquier momento puede venirse a bajo. Obviamente el trabajo de Nolan con la cámara y la fotografía es esencial, pero el plato fuerte viene de un Al Pacino extenuante, agotado, que transmite más de lo que cualquier otro actor podría transmitir en ese mismo papel. El trabajo que hace en "Insomnia" lleva al espectador a cogerle de la mano y acompañarle en la caza del temible asesino: Robin Williams. Este también traza un papel magistral, que borda lo terrorífico en un papel aparentemente afable: aquí se emplea la de Seven: ¿acaso el fin justifica los medios? ¿Conviene llevar a la cárcel a un momentáneo inocente que en un futuro se tornará un psicópta, y liberar al asesino que siempre mostró una personalidad apacible? Williams es el engranaje para que una buena película sobre un asesino se convierta en un ejercicio filosófico, de aparente respuesta simple, pero que corre el peligro de caer en un debate intenso y maquiavélico. Sobra decir que Williams era un actor genial, y que verlo al lado de Al Pacino es uno de los gustos cinematográficos más soberbios de la historia del séptimo arte. La pareja es respaldada por Hillary Swank en un papel normalito, que no aporta demasiado pero tampoco la excede metraje como para desacreditar el film. También rodean al trío una serie de personajes secundarios esteriotípicos, pero que en la atmósfera deprimente y helada de Nolan cobran sentido y gracia. 


Respecto al tiempo, llevo refiriendome a ello en todo el párrafo anterior: el tiempo es en primera persona, puesto vemos los hechos como suceden acompañando al protagonista, sin embargo, es tratado con magistralidad haciéndonos parecer una película de hora y media una santada de tres o más horas: el tiempo pasa muy lento, como los días (para el personaje de Al Pacino parece que no llega el momento de descansar, y aquí se demuestra a la perfección lo que quiero decir), que es todavía más ralentizado por los temas musicales y las escenas en silencio. Nolan es un director que presta mucha atención al sonido, y aquí más que nunca: evita los ruidos innecesarios, para lograr un ambiente hostil, muerto y axfisiante. Se me ocurre a priori la escena en la que Al Pacino entra en la casa del asesino y este le espera afuera, de perfil, respirando lenta y tensamente a que su enemigo de algún paso en falso, y viceversa.
El tiempo en Nolan también representa los problemas personales: la falta de tiempo o el exceso de este, como se ralentiza con las tragedias y se apresura con los goces, etcétera. Aquí el tiempo no es una mujer o una familia: aquí es vida. La película traza un mensaje sobre la vida y la juventud, sobre como si esta cae en malas manos se desvanece. Son los adultos los que deben preparar a la juventud para el futuro, creando de antemano un mundo mejor, sirviendo de inspiración (como lo es Al Pacino para Hillary Swank) y librando el mundo de todos los peligros posibles. Además, la juventud es todavía más efímera que la vida, y eso ha de tratarse con cuidado.


Concluyendo: Insomnio es una película magistral, que juega con el tiempo de manera diferente y mucho más cuidada al resto de películas de Nolan, aportándonos un relato lento, tal vez tedioso por momentos, pero necesario, con un manejo del suspense que viene precedido por el silencio y la soledad que transmite la atmósfera de la película. La cinta alcanza la gloria con las interpretaciones de los protagonistas, y resulta un relato cruel y duro de la lucha entre la vida y el trabajo, así cómo de los peligros que acechan en el futuro. En este film, Nolan emplea la más absoluta sencillez para entregarnos un trabajo único, llano e impecable de un Nolan que tristemente se iría por las ramas en el futuro.

Atte: Pibón del Barroco

miércoles, 17 de junio de 2020

SPOILERS Crítica MdT "Pretérito imperfecto" (4x07)


Que decir de Fernando VII: uno de los personajes más despiadados, crueles y maquiavélicos de nuestra historia. Tirano sanguinario que esclavizó a un pueblo que le había dado todo. Pocos reyes en la historia han resultado tan horrendos como él, y sin embargo, como eje central del penúltimo episodio de esta temporada, ha resultado un alivio cómico tremendo, algo que se echaba en falta en esta tanda de episodios. Tal vez por necesidad o por humillación, han hecho con Fernando VII un episodio tan divertido que resulta equiparable a "El Monasterio del Tiempo". Y por supuesto, nos han dejado con la miel en los labios para el próximo capítulo.


La trama, tremendamente divertida, inicia con el monólogo (muy acertado, por cierto) de lo politicamente correcto, que un mediocre actor pronuncia en un solitario garito, observado por Salvador. Su encuentro no es casual: buscan un doble para el rey Fernando VII, quién, convaleciente, se muere en 1832, un año antes de lo previsto. Le rodean otros personajes interesantes pero no menos déspotas que él, que también ansian el poder: su hermano Carlos María Isidro de Borbón y su esposa, María Cristina. La solución es traerle al presente y que un doble le reemplaze, claro, sin que este sepa su verdadero propósito. El elegido es Cucalón, el monologuista infortunado que conoce Salvador. No es casualidad, pues el actor que da vida a este actor es Juanjo Cucalón, por lo cuál suponemos que es una parodia o un "basado ligeramente en hechos reales" el hecho de que se apelliden igual. Podríamos decir incluso que se interpreta a si mismo pero en fin, lo importante es su gran parecido con Fernando VII.


Para que acceda a interpretar al rey le engañan, haciéndole creer que va a participar en un nuevo reality, uno de carácter "histórico" (he aquí una pulla excelente a la telebasura de este país que tanto ha pisoteado en los audímetros a nuestro Ministerio), y su labor será estar tumbado y convaleciente. Claro que eso no será así y nuestro Cucalón hará lo posible para obtener protagonismo y ser coronado como "rey del edredoning" en una de las escenas más desternillantes de la serie y sorprendentemente bien llevada. De igual manera, la dirección de Koldo Serra es notable en este capítulo y genera un entorno mucho más creíble, lejos de serie de televisión y más como una película. Y que decir de las excelentes tomas en la Granja de San Idelfonso (esos escenarios naturales en esta temporada son una auténtica delicia) acompañada por una buena fotografía e iluminación.


Con todo, el capítulo deja momentos memorables y una química brutal entre todo el reparto. La trama se soluciona descubriendo que estaban envenenando al rey con arsénico, por lo que en la actualidad le dan el tratamiento necesario (y después Salvador le da un repaso). A Cucalón le pasa lo mismo (justo recitando un monólogo de "El mercader de Venecia") pero el rápido actuar de los profesionales médicos (Castellar, quién ante todo es médico, como bien deja claro en unas citas memorables) le salva la vida, dando pie a un quebradero de cabeza entre los conspiradores, entre los que se encuentra su hermano Carlos María Isidro. A todo esto hay que mencionar que en el Ministerio se lo pasan de miedo observando como se desarrolla la situación con las cámaras ocultas que hay en los aposentos.


El capítulo no queda exento de momentos drámaticos, muy bien llevados, como la charla entre Alonso y Pacino sobre el amor y su pérdida, o cómo Alonso pone en duda su lealtad a un rey que hizo tanto mal en su pueblo. Pero la trama dramática por excelencia vuelve a ser por enésima vez Julián y su pasado. Aunque es una cosa más que requetevista, hila perfectamente con el próximo episodio, pues al final de este, yendo Julián a ver a Maite antes de su muerte, un par de malandrines le secuestran y le llevan a... ¿el futuro?


En definitiva, "Pretérito Imperfecto" compone un episodio tremendamente divertido, agradable y notable en todos los aspectos, que nos deja expectantes con su final. Deseoso estoy de ver como hilan con el episodio del martes que viene, que promete muchas sorpresas y un final digno. Solo espero que no sea un final final...

Atte: Pibón del Barroco.

martes, 16 de junio de 2020

CÓMO se HIZO "Vivir así es morir de VIH": Mi película.

Si estás leyendo esto es porque has llegado desde mi último vídeo de YouTube (o por lo menos, el que lancé a fecha del 16 de junio de 2020), porque mi blog no lo lee ni Dios. En fin, en ese vídeo he dicho que para contar el cómo se hizo la película emplearía una entrada de mi blog y no un vídeo, porque sé que no a todo el mundo le interesa y la gente que se mete en el vídeo lo que quieren es saber la fecha de estreno de la película o cuanto va a durar. Para tí, amable visitante, te voy a contar como se ha hecho esta película que romperá todos los esquemas del cine (por lo menos del cine de clase B o casi Z): "Vivir así es morir de VIH: La biografía inbográfica de Freddie Mercury (Basada ligeramente en hechos reales)"


Pero antes de hablar sobre "cómo se hizo" la película, conviene hablar de la trama de la misma, que se puede resumir así (a pesar de que no quisieron incluir una ficha de la misma en FilmAffinity" por no estar en Imdb):  "Esta sátira biográfica, realizada por Pibón del Barroco, muestra los últimos años de vida de Freddie Mercury, en los que lidia con sus problemas personales y profesionales. En su camino se encontrará con otras personas que le ayudarán a entender que lo más importante en esta vida es el amor propio. Vagabundos, flautistas, críticos, personajes históricos y actores encarnados con la maestría de la cutrez que Pibón del Barroco destila en sus vídeos."  Por ende y como aclaro al principio esta película es una SÁTIRA: no es un biopic, ni nada remotamente parecido. Lo único real son ciertas escenas y el hilo de la trama, bastante exagerado tal vez, pero sin la intención de dar una visión real de la vida de Freddie Mercury. Es más bien una figura que he empleado para contar ciertas cosas que me interesaba decir, pero eso mejor lo dejamos para un análisis de la película (que algún día haré). Lo importante es que se debe tomar como una sátira, como algo burlesco, pero sin ánimo de ofender a la memoria o recuerdo de alguien. Tomensela con comedia.


Ahora bien, ¿cómo surge esta película y como se hizo? Me gustaría aquí recalcar que sí, es una película, dado que dura más de una hora, pero esto no siempre fue así: hace un año ví la aclamada película "Bohemian Rhapsody", que hablaba de los primeros y más exitosos años de Queen enfocándose en la figura de Freddie Mercury. Si bien la película tiene sus logros, a mi no me gustó demasiado la interpretación de Rami Malek. Creí que estaba bastante sobreactuada así que me puse a investigar, a estudiar la figura de Mercury y sus relaciones con el resto de miembros de su banda (Es justo decir que no sabía mucho porque nunca me interesó demasiado). Cuando investigué y comparé con la película mi disgusto fue a mayor: la película parecía más una parodia que un documento biográfico, y para parodias ya estaba yo, así que se me ocurrió hacer un vídeo paródico sobre Freddie Mercury, en la línea de los que hice sobre Goya y Mozart, para iniciar una segunda temporada de "Personajes del Ayer en el Hoy":


Así que me puse manos a la obra: improvisé un guión y compré unos bigotes y unas camisetas de tirantes, y aproveché que no había mucha gente esos días en el Instituto para rodar algunas cosas con amigos y profesores cómplices. Y salió genial: estuvieron muy dispuestos y nos lo pasamos muy bien, y el material era realmente chulo. Desde aquí saludar a Juanjo y Silvia, dos de las joyas de la película. Algún día sacaré las tomas falsas que hice con ellos, porque son desternillantes. También agradecer a Sandra, Ainhoa y por supuesto Miguel, que aportan el fondo perfecto para una de las escenas cumbres de la película. Sobre todo Miguel, que algún día le haré una película solo para él.


Pero todo se acaba, y ese curso acabó, así que me dispuse los primeros días de verano a editar el material. Sin embargo, cierta pereza y desgana me impidó continuar, además que me quedaban escenas por rodar y no veía el momento. Con todo, lo dejé en la recámara y disfruté del verano. Al volver a clases mucha gente me preguntó por la película (sí, si, antes que yo ya había gente hablando de esto como una película) así que me dije "no debo defraudarles". Y salió justamente algo que me dió el impulso necesario para continuar: "Joker". La aclamada película del año pasado me ayudó, como pocas cosas me han ayudado, a proseguir con esta película. ¿Porqué? ¿Qué tiene que ver el Joker con Freddie Mercury? Señores, ¿en que traíler creen que se basó el que hice para la película?


Pues bien, este traíler lo realicé basandome fundamentalmente en el de la película anteriormente mencionada. Por supuesto, grabé ciertas tomas nuevas, pero aún con ello, el traíler era semi-falso: en realidad nunca iba a haber una película detrás, si no el corto que empecé en junio, para el que ya había rodado las escenas restantes casi al completo. Sin embargo, a la gente le gustó muchísimo el tráiler, y al ver las reacciones supe que eso necesitaba algo más grande que un simple corto. Necesitaba una película de verdad, con mensaje, con historia, con gancho. Así, volví al guión, lo readapté un poco, improvisé bastante y proseguí grabando. Sin embargo, la presión de los estudio y otra caída de las ganas hicieron que en torno diciembre y enero volviese a para la producción de mi película. Por suerte o por desgracia, en marzo se inició el triste confinamiento, y ahí dije publicamente que lo peor de estar en casa es que ya no tenía excusa para no continuar la película. Y no me equivocaba. En estos meses he ido readaptando el guión, rodando, montando y trabajando exhaustivamente para que, finalmente el dos de julio, la película pueda lanzarse.


En fin, que con todo esto ha dado más vueltas que una peonza... Recuerdo haberme comido la cabeza para dar coherencia y cohesión al guión, y a la par que rodaba, editaba y montaba... Algunas escenas eliminadas sin querer y vuelta a rodar... Intentar cuadrar mi labor de director con la de actor, convencer  a amigos para prestar su imagen y voces... En fin, que si a mi me cuesta hacer esta gilipollez a saber lo que le costará a Tarantino o Spielberg rodar una película "de verdad"(Y eso que todavía me quedan cosas por pulir o ajustar de la película, pero vamos ya son minucieses). Aún con todo estoy muy contento con el resultado, muy orgulloso de haber llegado hasta aquí y muy satisfecho de que la gente que ha participado en la película se lo haya pasado bien. Soy consciente que el film tendrá escenas que no serán del agrado de todos, cosas raras y humor algo extremo a veces, pero lo compenso (en mi opinión) con cierta ternura final y alguna sorpresa de sonrisa agridulce. Ah, y la banda sonora es la hostia. 


Finalmente recordaros de nuevo que la película se estrena el dos de julio de 2020 a las 20:00. Ah, y recordaos que hay un sorteo en marcha en el que regalo el guión de la película (o como he aclarado, de cierta parte) firmado por mi. Para participar, una de dos (o ambas):
-Retwittear este tweet en el que pongo el enlace al vídeo:
-Subir una historia a Instagram etiquetándome (@_barroker_) y con el enlace del vídeo:
Recordar que si haceís ambas cosas os las cuento como dos, pero no me vale que retwetteis cada día o subaís la historia cada día. Solo un intento por red social, piratillas. Teneís hasta el uno de julio a las 23:59 y el ganador lo anuncio al día siguiente. Participad, cojones.


Muchas gracias. Os quiero mogollón.

Atte: Pibón del Barroco

miércoles, 10 de junio de 2020

SPOILERS Crítica MdT "El Tiempo vuela" (4x06)


Hace un par de años se lanzó el segundo cómic de la serie: "Mi Tiempo se agota", en el que asistíamos a una de las primeras misiones de Lola Mendieta: salvar la vida de Emilio Herrera, el genio granadino que inventó una escafranda en la que se basarían los ingenieros de la NASA para preparar los trajes del primer vuelo a la Luna (1969). Si bien el cómic y el capítulo que hoy nos toca guardan diferencias, mantiene el mensaje fundamental: dar a conocer a Emilio Herrera, uno de los tantos genios olvidados de este país. Y el capítulo que ayer se emitió (que contiene una jugosa y divertida referencia al cómic) resulta de tal sensibilidad y belleza que ya se ha posicionado como uno de los mejores de la temporada.


El capítulo vuelve a traernos el mejor Ministerio: no hace falta misión al uso, ni tampoco las coletillas cómicas, ni mucho menos a la plantilla habitual: Pacino, Julián y Lola no están, pero sí Alonso, aunque sus intervenciones son las justas para que no le demos por desaparecido también. Más que un error es un completo acierto, pues trasladan el epicentro del episodio al jefazo de la serie: Salvador Martí se enfrenta en este episodio a su pasado, que una vez fue su futuro. Con este episodio, Jaime Blanch debió de pasarserlo en grande, y nosotros también. Ya era hora de verle fuera de su despacho algún día, y lo hace acompañado de uno de los temas más desconocidos en este país: nuestra exquisita tradición científica.


La premisa del episodio es sencilla: Einstein aparece asesinado en un hotel de Madrid, y Emilio Herrera es acusado del asesinato. Angustias le muestra en privado la noticia a Salvador, quién decide arreglar el asunto por sí solo. Así nos metemos en una espiral de acontecimientos que relatan, de forma cuasi paralela, la vida del subsecretario con la del científico español, al que, a propósito, salva de ser culpado del crímen. Sin embargo, como he adelantado, eso es solo el principio de la espiral, pues al volver al presente, Salvador observa atónito el fallecimiento del primer hombre que pisó la Luna, que para más inri no fue americano, si no ruso, país al que Emilio Herrera cedió su escafranda para iniciar el proyecto de alunizaje.


Así que nuestro jefe se pone en marcha de nuevo para evitar el que para él resulta más un robo que un regalo. Al visitar el Aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid, Salvador puede advertir a dos eslavos junto a un avión, y convence a Herrera de esconder la escafranda pero, para sorpresa de ambos, está siendo robada por su ayudante de laboratorio. Tras un improvisado secuestro, se llevan a nuestros protagonistas a un lejano bosque para ser asesinados, pero Irene y Alonso llegan a tiempo para evitarlo. A propósito, mientras Salvador está fuera un asesor de presidencia llega al Ministerio para supervisar las cuentas y los gastos, y tiene sus roces con la plantilla habitual, entre ellos Velázquez. Con todo, al salvar a nuestros protagonistas, los agentes vuelven con Salvador al presente, y comienzan a despejarse las dudas...


Aunque nosotros veníamos vaticinandolo desde el principio del capítulo, Salvador revela que tal día como hoy (diez de marzo en la serie) se hacían cuarenta años de su primera misión en el Ministerio que, de forma burlesca, consistía en un tráfico ilegal de papeles intertemporal. Sin embargo, esa misión a 1889 también provocó que lograse salvar la vida de un niño al que una maceta iba a, literalmente, reventarle. De vuelta a su presente (1980) le asaltan las dudas, así que, ayudado por su compañera de trabajo, Sofía, investigan sobre aquel niño: nada más y nada menos que el mismo Emilio Herrera. Y de aquella investigación, surgió el amor. Ambos se casaron y, como explica luego Salvador, acudieron de incógnito a los momentos más importantes de la vida de Herrera, sin que le vieran, claro. Y por eso mismo Salvador tenía la imperiosa necesidad de acudir a las misiones en las que se viera involucrado. Otro ejemplo magnífico de como esta serie es capaz de reinventarse: una unión a través de los tiempos: a uno le salvaron la vida, al otro le permitieron conocer el amor. Cada uno agradecido con el otro. A propósito, el capítulo se inicia con una escena dolorosamente bella, en un homenaje a "UP" dónde se ve a la pareja paseando a lo largo de los años por el mismo parque, emocionados ante los niños que corretean a su alrededor, porque nunca tuvieron uno. Como bien dijo Salvador: "Emilio Herrera fue el hijo que nunca tuvimos".


El capítulo es entonces un melodrama fantástico, en el que combina flashbacks con la narración presente de manera extraordinaria. Combinar una historia tan fascinante como la del Sr. Herrera con la vida, hasta ahora desconocida, del subsecretario Martí ha dado pie a un resultado maravilloso, emotivo e interesante, que finaliza con un encuentro entre ese ángel de la guarda y aquel genio olvidado. Como siempre, la serie no da puntada sin hilo, y aparece en escena una roca lunar que cedió Neil Armstrong al Museo del Aire de Madrid en homenaje a la labor de Herrera, pero que fue robada en 2004, y esta vez, por nuestros agentes, que se la llevaron al ingeniero al París de 1947, ofreciéndonos otro maravilloso encuentro entre funcionarios y personajes, como ya va sucediendo varias veces esta temporada.


Además, el capítulo no se aleja del hilo de la temporada, pues al final da cierto giro de guión con la aparición de un intruso en el Ministerio, que ya veremos que nos depara. De momento, a esperar a la semana que viene, que ya será el penúltimo episodio y tiene parecer de echarnos algunas risas con él (tal vez lo único que hecho en falta en esta temporada). Ah, y para la gente que se queja de lo poco que apareció Einstein: era solo un McGuffin ;).

Atte: Pibón del Barroco

miércoles, 3 de junio de 2020

SPOILERS Crítica MdT "Deshaciendo el Tiempo" (4x05)


En ocasiones, en las obras de ficción que incluyan viajes temporales, viajar a un episodio o pasaje de la misma obra puede ser una apuesta arriesgada: o quedar un galimatías espacio-temporal sin pies ni cabeza, o queda una obra redonda, perfecta, que no desvirtua la esencia del argumento pero innova. Eso mismo ha pasado con el quinto capítulo de la cuarta temporada de "El Ministerio del Tiempo".Un episodio que se aleja de los cánones estructurales del resto aportando algo fresco y novedoso así como heredero de episodios similares, que rompían la idea de un viaje de ida y vuelta, como "El Tiempo en sus manos" o "Hasta que el Tiempo nos separe".


En el capítulo anterior veíamos como una misteriosa máquina a manos del perverso Díaz Bueno raptaba a Lola Mendieta. En este capítulo, Pacino hará lo posible para evitarlo, un capítulo que se lo lleva de lleno Hugo Silva en una interpretación llena de matices, alejadas del cañí que desprendía siempre su personaje y aportándole un drama magistral. A él se le suma el personaje que conocimos en el segundo capítulo, Carolina, interpretada por Manuela Vellés, que supone un soplo de aire fresco tras llevar a la extenuidad los personajes de Irene y Lola, y con total gracia y acierto protagoniza una de las mejores escenas ya no del capítulo, si no de la temporada: su encuentro con su otra yo. Porque a veces, el amor propio es más importante que cualquier otra forma de amar, como bien se demuestra cuando finalmente Pacino debe dejar que el tiempo vuelva a su curso.


Y es que, su ímpetu por rescatar a Lola le lleva a reescribir el tiempo tres veces, dándo tres resultados atronadores y que, por supuesto, solo recuerdan él y Carolina (que había sido ordenada por Irene en la línea temporal normal que vigilase a Pacino). Primero, al evitar que Lola viaje, Alonso y Julián son asesinados por la banda de Díaz Bueno, lo que deja a todo el Ministerio desolado. Tras remedir esto, Alonso y Julián son raptados por Díaz Bueno en una segunda línea temporal, y al retroceder al pasado les convierte en niños, lo que es un desastre para el futuro, claro. La pobre Elena ahora tiene que hacer de madre tanto de su hija como de su marido. Y finalmente, intentando atajar el problema de raíz secuestrando a Díaz Bueno, el Ministerio explota por una bomba colocada tiempo atrás (en cualquiera de las líneas temporales) por su banda. Todo un ejemplo de la más magistral ciencia ficción, de un buen guión y una catarata de originalidad.


Y todo sin necesidad de misión, de realizar escenarios y personajes nuevos para otro capítulo. Aprovechando ese as en la manga que no habían gastado, de dar un "Regreso al Futuro 2". ¿Era una apuesta arriesgada? Muchísimo, pero el resultado merece la pena. Y al final se demuestra lo dicho anteriormente: amar también es dejar ir. El capítulo nos da otra lección, que aunque presente en toda la serie, se acentúa aquí: el pasado es el que es, y no debemos cambiarlo (metaforicamente hablando en la vida real, claro). A propósito, quiero remarcar la dirección de este capítulo, magistral, y que sin ella hubiese perdido mucho (Pacino cruzando una puerta y por el otro pasillo saliendo, las dos Carolinas, las mismas escenas en torno a la última misión...) aunque yo con estas cosas siempre me pregunto: ¿Rodaran eso de nuevo o tirarán de archivo?


Tal vez lo que menos me ha gusado es la premisa con la que se vendía, que iba a cambiar la serie, que sería asombroso, etcétera, para acabar, finalmente, en su punto de partida. Todos siguen vivos, sigue bien, ¿pero como seguirá Lola? Es lo que más suspense me ha generado esta temporada. Veámos como sale de ahí y si, por algún casual, Díaz Bueno realmente no ha muerto. Sería una pena que mataran a su personaje de la forma en la que lo han hecho, tan abruptamente. En fin, solo el tiempo lo dirá.

Atte: Pibón del Barroco