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jueves, 30 de julio de 2020

DIEZ grandes ACTUACIONES que me cambiaron LA VIDA


Vale, lo admito: es un título bastante melodramático. Ninguna actuación ha valido tanto la pena para replantear y cambiar mi vida. Sin embargo, ha habido unas cuántas que han influido notoriamente en mi personalidad, en mis gustos, en mi forma de apreciar el mundo o incluso (sobretodo, más bien) en mis vídeos. Por supuesto, hoy os las traigo, para celebrar que llevo más de 600 votos en Filmaffinity (y no de cortometrajes, eh).
Huelga decir que, como cada día veo nuevas películas, series y otro material este top puede variar mucho de aquí a poco, pero lo que es la cúspide de este seguramente se mantenga. También cabe destacar que el top (que conformaré en esta ocasión solo por actuaciones de películas) lo van a conformar actuaciones fuera de las conocidas. Sí, todos coincidimos en que Marlon Brando en "The Godfathert", Robert DeNiro en "Rainning Bull" o Tom Hanks en "Forrest Gump" son grandes actuaciones merecedoras de pasar a la historia, pero ha habido otra serie de intérpretes y sus papeles que a mí, personalmente, me han marcado más. Por ende repito que este es un top muy personal: no digo que estas actuaciones sean las mejores de la historia ni mucho menos, pero sí mis favoritas, capaces de eclipsar para mí a los más renombrados personajes de la historia del cine. Dicho esto, vamos a empezar:

10
GILDEROY LOCKHART - Kenneth Branagh
(Harry Potter and the Chamber of Secrets-2002)


Aunque a muchos les cueste admitirlo, la saga de "Harry Potter" contine algunas de las mejores adaptaciones de personajes literarios a la gran pantalla: Severus Snape, Remus Lupin o Albus Dumbledore son claros ejemplos pero si hablamos de personajes que me han marcado ninguno se compara al excéntrico y popular Gilderoy Lockhart: ya he habaldo en varias ocasiones de mi admiración por este personaje, tanto en su versión literaria como audiovisual, en la que por cierto, gana muchísimo encarnado por el maravilloso Sir Kenneth Branagh. Un personaje oscuro y desternillante a partes iguales que funciona como perfecto arquetipo del pícaro en la literatura universal.

9
WALTER FINCH - Robin Williams
(Insomnia-2002)


También es conocido mi empeño en catapultar a Robin Williams como uno de os mejores intérpretes de la historia del cine. Entre sus papeles memorables recordamos "Good Will Hunting", "Dead Poets Society" o todas sus maravillas cómicas. Sin embargo hoy quiero recordarle por otro papel: el de escritor asesino en "Insomnia", la película más infravalorada de Christopher Nolan. No solo brilla cuando aparece solo en escena, si no que con el magistral Al Pacino conforma un tándem difícil de olvidar para quiénes hemos visto la película. Tras este papel le llegaría alguno más que trataba la psicopatía, pero nunca con la destreza en la que se desenvolvío en esta olvidada película.

8
TUCO - Eli Wallach
(Il buono, il brutto, il cattivo-1966)


En mi opinión, resulta injusto recordar el papel de Clint Eastwood cómo arquetipo del Spaghetti Western, cuando fue Eli Wallach con sus papeles de pícaro bandido el que mejor representaba la esencia de aquel subgénero. El la obra maestra de Sergio Leone (Il buono, il britto, il cattivo) la ecuación del trío protagonista se eleva a la maestría con el papel de Wallach, que aporta a la cinta los toques que la han hecho un clásico y un film indispensable, además de la máxima expresión del subgénero. Tal vez lo más puristas del cine la recuerden como un mero pasatiempo pero para mí, este western desenfadado es un obligado visionado para todo aquel que se considere cinéfilo.

7
MAX FISCHER - Jason Schwartzman
(Rushmore-1998)


Y yo siempre que veo esta delicia me pregunto: ¿porqué el cine no ha mantenido a Jason Schwartzman como uno de los mejores actores del cambio de siglo? Brillante comedia romántica del no menos brillante Wes Anderson, protagonizada por el antihéroe estudiantil mejor interpretado de la historia del cine. Schwartzman compone una actuación que ni los más grandes a su edad podrían haber equiparado. Lamentablemente el tiempo no ha sido justo ni con él ni con la película, pero por lo menos con Anderson siempre tendrá papeles asegurados. Ah, y va a salir en la cuarta temporada de Fargo, que no es poco.

6
LEE CHANDLER - Cassey Affleck
(Manchester by the Sea-2016)


Cuando ví esta película por primera vez recuerdo que me encantó; cuando la ví por segunda vez se me hizo algo más pesada (seguramente sea de los films que para verlos dos veces se necesiten muchos años de por medio), pero en ambas ocasiones la actuación de Cassey Affleck me dejó mudo: la interpretación del hombre que lo pierde todo y debe seguir luchando, no por él, si no por quiénes le necesitan, me dejó mudo. Justa merecedora del Óscar al mejor actor pero, ¿se mantendrá bien con el paso del tiempo?

5
CARLITOS BRIGANTE - Al Pacino
(Carlito´s way-1993)


Al Pacino, ¡cómo te queremos aquí! La decisión de colocar alguno de tus personajes ha sido casi imposible: entre ""Scent of a woman", "Dog days afternoon" y otras tantas casi no entrabas en el top, porque de lo contrario ocuparías todos los puestos. Sin embargo, he decidido optar por el personaje del gánster que desea retirarse, de la excelente "Carlito´s Way" de Brian de Palma. Una revisió mejorada y más filosófica de la archiconocida "Scarface" en la que Al PAcino brilla como nunca. A parte de él, Senn Penn y Penélope Ann Miller también brillan y la cinta está rodada con una precisión increíble (la escena final es una de las mejores cosas que he visto nunca) en la que es, posiblemente, la mejor película de De Palma.

4
HANS LANDA - Christoph Waltz
(Inglourious Basterds-2009)


Hoy un amigo me decía que estaba viendo "Inglourious Basterds" y que le encantaba por el uso de la violencia con la que se desenvuelve Tarantino: otro de los logros de este film es coger a un actor de telefilmes alemanes y darle un papel con el que se descubre a uno de los intérpretes del siglo, y uno de los mejores villanos de la historia del cine: el sádico coronel nazi Hans Landa, en una interpretación que resulta sublime. Contadas excepciones, Waltz no ha dado la talla en sus papeles posteriores, más bien fruto de las malas películas en las que ha escogido participar que por sus dotes actorales. Al menos le recordaremos como el hombre que nos hizo temer a quiénes llaman a nuestra puerta y piden un vaso de leche...

3
TONYA HARDING - Margot Robbie
(I´m Tonya-2017)


Cuando descubrí esta película y la historia de detrás tenía un relativo interés en cómo habría sido tratada filmicamente: aunque muchos critican el aporte de humor negro o el tono desenfadado de la historia, a mi parecer resultó todo un acierto, pues finalmente lo compensa con el drama más puro. ¿Y quién fue la encargada de protagonizar este intenso biopic? Pues una actriz traída de superproducciones, como la bazofia de remake de Tarzán o la archiconocida "Suicide Squad", sin embargo Margot dió la talla y nos condujo a los espectadores en una de las interpretaciones femeninas más brillantes de lo que llevamos de siglo, que merecía el Óscar que la sosaína Frances McDorman se llevó. Pero no te preocupes Margot: sigue en la línea de los biopics ("Bombshell", "Once upon a time... In Hollywood") y te llevarás el premio algún día.

2
REDMOND BARRY - Ryan O´Neal
(Barry Lyndon-1975)


Popular y desgraciado en la misma época, así fue Ryan O´Neal, del que ya poco se sabe. El actor protagonista de "Love Story" fue contratado para esta magnánime producción de Stanley Kubrick en 1975, y su interpretación divide a los críticos: para algunos, tediosa y fría. Para otros, entre los que me incluyo, emocionante, dolorosa y soberbia. O´Neal protagoniza con muchísimo acierto este drama ambientado en un mundo frío, en el que los sentimientos quedan por debajo de las armas, la riqueza o la posición social. Oh joder, algún día hablaré de porqué esta película es una obra de arte, lo prometo.

1
ANDY KAUFFMAN - Jim Carrey
(Man on the moon-1999)


Para muchos Jim Carrey haciendo de Jim Carrey, para mí la actuación más sincera, dolorosa y realista que he visto. A parte de un guión sensacional muy bien llevado por el difunto Milos Forman, esta película tiene el gran acierto de contar con Jim Carrey para interpretar al excéntrico cómico Andy Kauffman, es decir, un loco haciendo de otro loco. Pero lo que podría haber sido una oportunidad perdida o llevada al ridículo es todam una lección de cómo hasta la comedia más absurda puede convertirse en el mejor drama. Tanto se metió en el papel el Sr. Carrey que en ocasiones creía ser el propio Kauffman (en Netflix hay un documental que lo relata, con el testimonio del propio Jim). Con esta película muchos descubrimos que el humor no es adaptarse al espectador, si no justo lo contrario.

Y con esto termino. Otras muchas actuaciones se me han quedado en el tintero pero algún día las comentaré. Y ahora me voy que ha llegado visita.

Atte: Pibón del Barroco.

martes, 28 de julio de 2020

TRUE DETECTIVE I: Nada sorprendente en un soberbio drama


"True Detective I" suele encabezar (o forma parte de) las numerosas listas de las mejores series de la historia, lo cuál resulta un prodigio pues hablamos de una miniserie de ocho episodios que compite directamente con obras como "Game of Thrones", "The wire" o "Breaking Bad", obras que ya han trascendido la pantalla. Y digo "True Detective I" porque tengo entendido que sus secuelas dejan bastante que desear. La verdad es que no lo sé, pues si estoy hablando de la miniserie uno es debido a que solo he visto esta (de momento) y aún no he tenido tiempo de empezar sus secuelas, pero no es algo que ahora mismo me quite el sueño. Prefiero centrarme ahora en digerir y procesar lo que he visto en este excelente drama protagonizado por McConaughey y Harrelson, pero, sin embargo, carece de algo extraordinario que a mi parecer la puedan catapultar al olimpo de mis series favoritas.


"True Detective" es una de esas series de las que todo el mundo habló en su momento y habla cada vez que se estrena una nueva temporada. No es para menos, pues aunque a mí no me parezca sobresaliente comprendo los motivos que tienen algunos para tildarla así, y cualquiera que la vea apreciará el trabajo que hay en ella (y podrá darse cuenta de que no es un producto corriente). A propósito, "True Detective" no es un producto corriente: aunque contiene todos los elementos propios del género sabe llevarlos bien, conducirlos de forma eficaz y crear una historia que los explota hasta alcanzar lo brillante. Pero a su vez, carece de sorpresa, chispa o gancho alguno que permitan al espectador hablar de esta serie como algo único, y no nombrarla como otro producto heredero de "Seven (1995)" o "The silence of the lambs (1991)". He ahí mi idea de producto no corriente. Pero antes de meternos en materia, hablemos de que va esta vaina:


"True Detective" cuenta, a enormes rasgos, la historia de dos policía opuestos (recurso ya sobreexplotado) que investigan un asesinato en Louisiana, y tirando tirando dan con crímenes similares hasta desenmascarar una red completa de asesinatos religiosos y con tintes de pedofilia. Parece sorprendente pero realmente no lo es. La trama de un complot de las altas esferas, abusos a niños y ritos satánicos aunque no es lo más habitual en el cine criminal no deja de ser un recurso usado. Aún así, todo eso no es más que el primer vistazo a una serie que habla de algo más: habla del ser humano. De porqué somos como somos, de porqué necesitamos la religión o la familia para no desmoronarnos (o para caer aún más bajo), de la venganza, el reflejo de nuestra vida en lo que acontece a nuestro alrededor... "True Detective" en ese sentido es un portentoso drama con una filosofía muy clara que no será apto para todos. Si bien la investigación se come la mayor parte de la pantalla, la serie se mantiene por esas cuestiones y entablar la ya muy vista relación de policías opuestos en todo su esplendor, llevándola al límite y hablando de lo que nadie se atreve a hablar. En cuánto a eso tenemos un producto excelente. Tal vez se cocine muy lento (los tres primeros episodios son cartas blancas en cuánto a la trama formal de la serie), pero es lo necesario para dotar a sus protagonistas de sentido en este viaje, en el que intentarán descubrirse a sí mismos y entender porque actúan como actúan, tanto fuera como dentro de su trabajo.


Obviamente todo esto se derrumbaría si los protagonistas no estuviesen a la altura de McConaughey y Harrelson, que saben exprimir al 100% a sus personajes y conformar un tándem perfecto. El resto de actores también aportan gran verosimilitud a la serie, pero nada destacable a las actuaciones de los protagonistas. A propósito, la serie carece de un único villano tal cuál, ya que se mueve en toda una red de complots y enemigos, por lo que en ese sentido resulta difícil determinar qué o quién es el verdadero enemigo de nuestros protagonistas (si obviamos el "ellos mismos"). Tal vez, en el asunto criminal, la gracia esté en que sea tan grande, tan difícil de controlar: se enfrentan a un enemigo encubierto por el sistema, algo tan inmenso como aterrador qué, por supuesto, no esclarecen al final.
La cuestión es que (y ahora vienen spoilers) aparte de carecer de gracia o sorpresa, la serie no concluye bien con el crimen iniciado. Se pierde demasiado en nombres, lugares y fechas y resulta casi imposible seguir el ritmo de pistas que los protagonistas inician. Algunos episodios me quedaba en blanco por la acumulación  de datos y preguntas que tenía que, por supuesto, no se cierran al final de la serie. Si bien puede ser una táctica, también puede ser una frustración para el espectador y un signo de que el guión claramente es débil y se pierde continuamente. Al final solo me quedó claro que el malo que quedaba vivo era el hijo de un pariente de una familia importante que hacía ritos esclavistas, o algo así. No sé. No lo entendí bien: ¿acaso no sabían que los de asuntos internos les tendían una trampa?
Así como tampoco entiendo como el personaje de McConaughey le da por reabrir el caso en 2002: ¿por lo que le dice un colgado que se suicida? ¿cómo da con la historia de ese hombre? O me he perdido algo, o está todo metido con pies juntillas o muy subliminal. Tal vez tenga que volver a verla porque de verdad, hay muchos detalles que se me escapan.
Es destacable decir que la historia se narra de forma muy "tarantinesca", ya que no es hasta el penúltimo capítulo cuando se narra linealmente, si no que ambos detectives son entrevistados por otros dos sobre el crimen con el que inician la serie, por lo que si sabemos del pasado es mediante flashbacks de los recuerdos de los protagonistas (tanto los detectives como otros personajes): de por sí el primer capítulo es una sucesión de flashbacks entremezclados, pero esta estructura finaliza ahí, ya que en varios capítulos más se narra solo con flashbacks sin necesidad de mezclarlos. Es un recurso muy inteligente y muy bien jugado, aportando verosimilitud a la serie y dándole muchísima más dignidad al guión.


La serie llega a su final cuando los detectives logran encontrar al hombre que han descrito todas las víctimas de los rituales o personas relacionadas: un monstruo obeso con cicatrices en la cara. En el climax, los detectives llegan a una casucha sureña y le persiguen por una red de túneles y cavidades, y le venzen en un forcejeo en el que resultan notablemente heridos nuestros protagonistas (el malo muere, eso sí). Tras ello, nuestros héroes aparecen en el hospital, dónde parecen reconciliarse entre ellos y con su pasado. Muchos criticaron este final de anticlimático pero en mi opinión logra todo lo que se proponía al inicio: dotar de un final justo (que no feliz, aunque lo sea) a sus protagonistas. Iugal de válido hubiese sido que muriesen ambos en el forcejeo, pero de esta forma por lo menos les vemos en una de las escenas más íntimas de la serie, en la que McConaughey brilla al hablar de lo que creyó ver en el forcejeo.


Finalmente destacar la atrevida dirección (el plano secuencia del episodio cuatro es es-pec-ta-cu-lar), la buena fotografía, a la que acompaña un diseño de producción escalofriante. En el sentido técnico la serie es magistral, y eso la sube un poco la nota: todo crea una atmósfera increíble, axfisiante y macabra. Mención aparte a la banda sonora y los créditos inciales, de lo mejor que he visto nunca.
Pero vayamos concluyendo: "True Detective" no es un mala serie en absoluto. Es muy buena. Lamentablemente creo que se podría haber centrado más y ceder un poco a los espectadores: esclarecer un poco la trama criminal y hacer los primeros capítulos más ligeros (lo más pesado debería ir siempre al final en cuánto a las series). Para mí es una serie notable, que maneja excelentemente el drama pero no tanto el crimen, que se eleva con sus actuaciones principales y su acertada dirección. Tal vez ese sea el problema de sus secuelas: la falta de gracia de sus protagonistas y no tener a Cary Joji Fukunaga dirigiendo. Habrá que verlas para juzgarlas, pero de momento a reflexionar esta.

Atte: Pibón del Barroco.

jueves, 9 de julio de 2020

INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL: Una obra menor de alto entretenimiento


Cuando se habla de Indiana Jones se habla de acción, aventuras, humor, reliquias, fieles compañeros y terribles villanos. Se habla de una de las sagas cinematográficas por excelencia y se habla de tres obras maestras y una menor. Una menor que suele encabezar (es decir, llevarse el último puesto) en todos los "tops" de las películas de Indiana Jones. Hablamos efectivamente de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, la última (hasta ahora) de las aventuras protagonizadas por Harrison Ford enfundado en cuero. Una película que aunque la crítica alabó (Carlos Boyero la puso de obra maestra, sí, el mismo que tilda a "El bueno, el feo y el malo" de celebérrima estupidez) la audiencia puso en el punto de mira y fue a por ella a cuchillo. Pero, ¿acaso merece tanto odio? ¿No debe tener un punto intermedio? La respuesta es no y sí, respectivamente.


Situémonos un poco: habían pasado casi veinte años entre la tercera parte (Esa protagonizada magistralmente por el tándem Ford-Connery) y esta cuarta, por lo cúal el cambio era evidente. Yo siempre pienso que a la hora de continuar una saga que lleva años en la recámara hay que darla cierto giro, para que no caiga en la auto-parodia. Es el caso de la última trilogía de Star Wars, que no aporta nada nuevo. En cambio Indiana Jones 4 (llamemosla así para abreviar) sí que introduce nuevos conceptos, que permitirían desarrollar aún más el personaje, sus filias y fobias y su relación con los demás. Sin embargo no lo hace. ¿Porqué?


Empecemos por lo obvio: el guión. En esta ocasión la trama arqueológica sigue la idea de un reino sudamericano en el que influyeron los extraterrestres. De dos creadores como Lucas y Spielberg, algo obsesionados con los seres de otros planetas, resultaba evidente que algún día darían a ese palo en la saga de Jones. Y realmente la idea es muy buena: se fantasea con la existencia de alienígenas y que pudieron influir en nuestro mundo, en las antiguas civilizaciones. Y al que venga ahora a decirme que eso es absurdo y un sin sentido le pregunto: ¿acaso un arca de oro puede calcinar nazis en cuestión de segundos? ¿una secta con miles de niños esclavizados en la India y nadie lo sabía? ¿el Santo Grial? ¿SALVAR A SEAN CONNERY CON EL SANTO GRIAL? Si todos esos argumentos no son, como mínimo, impensables, este tampoco. La trama se sustenta, es coherente y se sigue bien, a pesar de anacronismos e inexactitudes históricas que ya son un tópico en la saga, inevitablemente. Pero el problema del guión no reside en esto, si no en cómo se conecta con los personajes.
Veamos, anteriormente todas las reliquias que el Dr. Jones buscaba servían como un "McGuffin" para avanzar la trama, para conectar al personaje de Ford con otros personajes y hacerle evolucionar: en el Arca Perdida le vimos reencontrandose un amor de juventud; en el Templo Maldito su lado más humano ayudando a salvar no solo reliquias si no a todo un poblado, y en la última Cruzada retomando sus fobias de juventud y sus problemas familiares. Sin embargo, en esta cuarta parte el problema reside en que la trama arquológica es... demasiado eso. Demasiada trama. Se centran mucho en ello y los conflictos que aparecen durante toda la cinta como la paternidad de Jones o su reencuentro con el personaje de Allen se tocan con pinceladas breves y fugaces, con chistes algo forzados (ahora mismo recuerdo el de la serpiente). Lo que podría ser una ocasión magistral para hacer que el Dr. Jones conectase con su pasado, presente y futuro se desaprovecha centrándose demasiado en la trama de la película, lo que nos lleva a redirigirla como un producto de serie B en lo que se refiere a su historia.


Este problema se acentúa con lo que a mi me parece lo peor de la película: el reparto. Para empezar, Harrison Ford está descuidado, agotado y mayor, lo que impide darle credibilidad a la cinta. Le acompañan Shia LaBeouf en uno de sus peores papeles (si acaso alguna vez tuvo alguno bueno) como niñato repelente y con gomina. Karen Allen muy desaprovechada, con una actuación que bebe demasiado de la originak y cayendo en la autoparodia. Y luego está John Hurt, un actorazo de los pies a la cabeza en un papel que dándoselo a un secundario hubiera brillado más. Pero no hay mayor fallo en el reparto de esta película que Cate Blanchett, posiblemente la villana más esteriotipada y forzada de la saga
Yo siempre creo que los villanos deben parecer lo más normales posibles para infundir el mayor miedo concebible: tanto en la primera como tercera entrega teníamos arqueólogos que se pasaban al lado de los nazis, y en la segunda parte todo un palacio de la India con majarajá incluido formaban parte de un culto pagano. Aquí, el villano que encarna Blanchett cae, como muchas cosas en la película, en la parodia y la burla: ya se presenta con extremada sobreactuación y con atributos rebuscados e indiferentes, como poseer una espada, o mejor dicho, varias. Los soviéticos que la acompañan tampoco resultan tan temibles, pues recuerdan vagamente a los nazis solo que sin inspirar ni la mitad del miedo que estos. Tal vez ahondando más en ellos podrían haberse configurado mejor.


Como último aspecto negativo me gustaría recordar la gran carga de VFX que tiene esta película, que te obliga a cerrar los ojos. La imagen está sumamente retocada, mientras que numerosas escenas son vulgarmente insultadas con un exceso de VFX. Otras son completamente gratuitas, como la de Shia LaBeouf a lo tarzán en la selva o el vehículo supersónico del Área 51. Realmente, con algunos trucos de dobles y una mínima pizca de VFX podría haberse logrado un resultado mucho mejor, de carácter más artesanal y cercano a sus predecesoras, cuando los efectos eran mínimos.
Sin embargo, como he adelantado, la película contiene cosas buenas: a su manera y como producto de serie B funciona muy bien, con escenas que funcionan como pequeñas máquinas de escalofríos y emoción (la escena de las hormigas, la explosión atómica o la huida de los indígenas). Otras secuelas como "Jurassic Park 3" parten de lo mismo: un guión menor pero intensificar las escenas de acción y riesgo. No es malo ni mucho menos pero eso hace que inevitablemente se tienda a comparar y estas últimas resulten perjudicadas frente a las originales.


Con todo, Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal no es una mala película: carece de la gracia que ahondaba en los guiones de sus predecesoras pero si se la toma como un ejercicio menor supone un verdadero entretenimiento palomitero, que ameniza la sesión con pequeños sustos espasmódicos y alguna coletilla graciosa. Es una parte perfecta para obligar a hacer una quinta que traiga un final más digno y complaciente a la saga del mejor aventurero del cine: el señor HijoputaJhon´s Henry "Indiana" Jones Jr.

Atte: Pibón del Barroco