El Ministerio del Tiempo está cada vez más cerca, y a pesar de la tardanza, vuelvo a ponerme al frente de la tarea que conlleva el criticar/juzgar cada temporada. En esta ocasión le toca a la tercera, la última emitida hasta la fecha. Una temporada diferente en cuanto a calidad audiovisual, mucho mejor quiero decir, pero que, a cada capítulo, se desinfla y debe tirar de antiguas ideas, lo que parecía condenarla a la extinción. Así que hoy toca echar la vista atrás a la tercera temporada de El Ministerio del Tiempo.
Los últimos capítulos de la segunda temporada supusieron un punto de inflexión: las audiencias rondaron el 9-10 %, datos bajísimos, que no compensan mucho las perdidas (o inversiones) a la hora de producir la serie. Por eso, al acabar la serie en Mayo, muchos de nosotros (Y de ellos) nos preguntabamos que sucedería ahora. Por suerte, en junio, se aprobó la renovación de la serie con una tercera temporada con otros 13 episodios. Como veremos, craso error. El rodaje comenzó en diciembre y no acabó hasta entrado el verano, por lo que se dividió la temporada en dos tandas de episodios, una de seis antes de las vacaciones estivales y otra de siete al llegar septiembre. De nuevo, error colosal que ahora también comentaremos.
Antes de hablar de lo malo prefiero ceñirme en lo bueno: el plano audiovisual. El presupuesto de la serie se ve incrementado gracias a la ayuda de NETFLIX: el gigante de streamming que le pareció buena idea comprar los derechos de la tercera temporada, para retransmitirla por su web una vez se emitiese en TV. Craso error también, porque así impides que la vea más gente: una vez emitido cada capítulo, tenía un mes o dos para ser visionados en la web de RTVE, gratuita. Una vez pasado el plazo, para NETFLIX (de pago, claro), quién hasta este año no ha devuelto la serie a RTVE, que de nuevo la ha subido gratis a su web y además ha llegado a un acuerdo con HBO por el que también estará ahí disponible, pero eso es otra historia. A lo que llego es que el presupuesto aumentó, lo que mejoró notablemente los VFX y los diseños. Vemos así, capítulos rodados en sitios naturales y edificios reales, como teatros, jardines botánicos que simulan selvas, o palacios. Esto aporta mucha más verosimilitud y calidad a la serie por supuesto, además, el diseño de vestuario es excelente, con verdadera fidelidad a todas las épocas, cupiendo destacar los episodios transcurridos en la Ilustración, la conquista de América, la televisión de los 60´s y las cruzadas. La imagen gana color, y el audio es más claro. También aparecen algunos planos-secuencia interesantes y escenas con mucha acción, transcurridas en guerras o batallas. En ese ámbito, esta temporada gana por goleada.
Ahora si, empecemos con la cizaña: para comenzar, hay que resaltar lo más importante, que es la ausencia de Aura Garrido. Al igual que en la segunda temporada con Julián y Pacino, su ausencia será motivo para introducir un nuevo personaje, en esta ocasión, Lola Mendieta. Me aventuro a decir que la Lola Mendieta joven es absolutamente el peor personaje de la serie (no por la interpretación, nada más lejos) porque es simplemente la alargación de un personaje que ya había llegado a su final. Veamos (Spoiler): Lola Mendieta acaba la segunda temporada enferma de un cáncer que le provocan los viajes en el tiempo de Darrow, y su aparición en la tercera temporada es en dos episodios, pero por mi, que se hubiese quedado en uno: cuando fallece de cáncer y le pide a Salvador que la rescate. Y van y la rescatan, como no. Y aquí es cuando ya no me lo creo. Las dos temporadas ya habían dado tantas paradojas y tanta confusión que resultaba innecesario meter una más y además la más grande de ellas: que Lola sea de joven reclutada antes, lo que impedirá que sea reclutada cuando lo fue originalmente, lo que eliminará todo lo acaecido con Lola en la historia del Ministerio. Ya es absolutamente rizar tanto el rizo que se ha alisado. Es la peor trama de la serie sin duda alguna, porque carece de sentido y porque se alarga a un personaje demasiado, que pudo haber tenido un final justo y digno, pero que no, que se decidió a salvar. Y no porque fuese una idea original en la trama, si no para suplantar la ausencia de Aura Garrido. Y por supuesto ( y a diferencia de Pacino con Julián) no la suplanta, no la rellena y no la llega ni a la altura de los talones. Yo me quedo diciendo... ¡Con lo bien que hubiera sido ver unicamente a Pacino y Alonso! Echaríamos de menos a Aura si, pero sería mucho más sencillo y efectivo haberla sustituido por Cayetana, es decir, el persona de Irene, que ya había participado en otras misiones.
Y hablando de Irene: los personajes rozan la parodia aquí, empezando por ella, que de ser un personaje con personalidad y que de esa personalidad un rasgo sea su homosexualidad, a que sea un personaje basado puramente en sus relaciones lésbicas. Le resta muchísima credibilidad y estropea un personaje memorable antaño. Basicamente en esta temporada hay chascarrillos sobre el hecho de lo fuerte que es y lo importante que resulta que sea homosexual a cada rato (hay un episodio que de hecho es una trama secundaria, el hecho de que su familia no la acepte así). Salvador se urla de si mismo, y deja de ser el jefe sensato y líder que había sido por convertirse en un viejo incapaz de liderar su entidad. Los demás personajes también cojean, pero no tanto como los dos ejemplos anteriores. Por lo menos me conformo un poco con ver al espléndido elenco de secundarios que hay en la temporada, desde Jose Ángel Égido hasta Julián Villagrán, que aunque pocas, sus apariciones son estelares. Por supuesto mención especial a Pere Ponce y Víctor Clavijo, que realizan la que para mí es con diferencia la mejor escena de la temporada:
Pero, ¿que trama rodea la temporada? Bueno, una bastante interesante pero que lamentablemente queda muy lejos de estar pulida y ser fácil de seguir: las de dos organizaciones secretas de distinta ideología que emplean la historia como campo de batalla. Aunque la idea es muy buena, cuesta llegar a ella, porque hay un mar de personajes secundarios entre ambas organizaciones que entorpecen la comprensión de la trama. Además, me falta más maldad: los izquierdistas son malvados, consideran que toda guerra tiene mártires por lo que no dudan en matar a niños si es necesario, pero los supuestos malos, los conservadores, no hacen absolutamente nada para temerles. Tal vez si se hubiese limitado a una organización se podría haber cuajado mejor la idea y los espectadores hubieran conecta mucho más. Además, la trama se eexplaya demasiado, con 12 episodios, para un asunto que podría haberse limitado a 8 o 10: ¿hubieramos tenido menos episodios? Sí, pero tal vez así las audiencias no se hubieran agotado tanto y la temporada hubiera quedado más cercada, más concisa. El hecho de que haya 13 episodios también alarga más el rodaje y la serie se ve relegada a estrenarse en dos tandas. Todo errores. La duración también es un factor importante, y es que si fuera e un formato estilo "Fargo" (serie que me tiene loco) de 45-50 minutos y no hora y cuarto sería también más atractivo para el espectador. Eso se consigue eliminando subtramas absurdas, quitando material innecesario. Seamos sinceros: yo quiero ver viajes en el tiempo, de ahí, poco más me interesa. Aunque dudo que la duración sea algo que decidan los guionistas... A propósito, tenemos episodios que son un calco de otros: "Tiempo de verbena" es uno de los peores episodios de la serie, porque es un palgio absoluto del genial "El monasterio del tiempo", así como "Entre dos tiempos", aunque menos descarado, está claramente inspirado en la obra maestra que es "Cambio de tiempo".
Con todo, queda una temporada demasiado confusa para el espectador, innecesariamente larga y mal tramada: se valen de subtramas absurdas que no aportan nada, parodias de los personajes, inclusión de otros inrequeridos, calcos de otros episodios anteriores... ¿Por que vale la pena esta temorada? Por los excelentes secundarios y el gran material audiovisual, pero nada más. Claramente, la peor temporada de las tres. Y confío que de las cuatro...
Atte: Pibón del Barroco
No hay comentarios:
Publicar un comentario